sábado, 22 de diciembre de 2007

Un mapa inconsciente para el sonido de mi cuerpo

Soy un continente sin limites. Los recuerdos resuenan en mi como un eco envolvente de sonoridad creciente. En el interior, mi cuerpo hueco contiene todo el infinito atrapado (tan solo) en la melodía de una voz. Sobre la superficie, siento pasos como latidos, huellas de una sombra que pulsiona la piel inspirando su melo día de nostalgia. El tempo se acelera, el silencio se expande como ruido. Con el tacto, todo se agrava.

La espera aplasta el animo y desde el piso cruje angustias. Contengo todo, mas allá de la profundidad, nada.

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